jueves, 8 de marzo de 2012

La vida de un gato contada por un perro




Tu-ti-ti Tu-ta-ta, Ti ro-ri ro-ri Tu-ta-ta
 

Hola queridos compañeros de perrerías, hoy os voy a contar la historia de un minino muy enamorado que le costó vivir lo mismo que se esforzó en morir.

OOoooouuuhh

No, no os preocupéis, no fue una muerte singular ni un desperdicio total de vida. A decir verdad, su final está escrito desde el mismo día que se propuso ser feliz.

¡Ba-dum Plas!

Todo empieza una mañana gris y nublada en las calles de Bubtown. El sol me despertó el primero de entre todos mis camaradas, atizándo mis cansadas orejas con un fulgor infernal. Abrí los ojos y ahí estaba, radiante y feliz, deambulando, inmerso en sus pensamientos.

flun-flun-flun

Pocas veces sucede que mi desayuno se prepare el solo en mi plato, a excepción, por supuesto de cuando voy al magnífico restaurante italiano Piazza Luigi’s, los mejores filetes de ternera de todo el barrio. Asi que, al ver esa presa tan fácil, me desperté de un salto.

Flun-Flun-Flun

El gatito, absorto en sus gatunerías, no solo no se percató de cómo mis reflejos caninos me jugaron una mala pasada sino que seguía saltando alegremente hacia mí. 

FLUN - FLUN - FLUN

Cada vez estaba más cerca de mí. Dudé de si se trataba una trampa, así que un poco temeroso, empecé a abrir mis fauces tanto como pude para recibirle con una de mis mejores bienvenidas.

FLUUUUN – FLUUN – FLUUUUUUN

Cuando estuvo suficientemente cerca, solo tuve que estirar un poco mi cuello, separar un poquito más la mandíbula que estaba a punto de dislocarse, cerrar bien los ojos para que no salpicara, y…

ZZZZZZZZAS - ÑAM - CRUNCH - PLAC - SMONCH – FLOPTCH - BLURP

En fin, queridos sabuesoientes, no sé que tipo de historia esperabais escuchar, pero si esperabais un gran giro argumental, os equivocabais! La vida es simple, es fácil y es obvia.

Así que, ya lo sabéis… ¡Si se os presenta la oportunidad de un bocado tan sencillo, desaprovecharlo es de tontos!

Tu-ti-ti Tu-ta-ta, Ti ro-ri ro-ri Tu-ta-ta

martes, 28 de febrero de 2012

A ritmo de LMFAO




Déjame que te cante dos o tres canciones de amor
(put your hands up)
este es el único amor que siento hacia ti.
(shake that)
Puede que tengamos diferentes conceptos sobre él
(girl look at the body)
pero si tengo que elegir, me quedo con el mío.
(work it out) 
Siento sorprenderte por mi simplicidad
(everyday I'm shuffling)
deberías saber ya que es parte de mi encanto,
(I'm sexy and I know it)
y si no te has enterado todavía, espera que te lo digo más alto.
(sorry for party rocking)

jueves, 23 de febrero de 2012

Tu felicidad a la distancia de 11 céntimos.



Enzarzada en las sábanas de tu cama,
adormilada,
enzarzada en una lucha contra los rayos de la mañana.

Nos despedimos mediante pequeños roces de miradas,
hoy no nos asustan,
nos despedimos hacia un nuevo mundo donde ambos no estamos.

Sal del pozo que tu misma has cavado, 
échate de las tinieblas,
sal para los espíritus que atormentan tu letargo.

Ya no tengo el hábito de hacer trizas tus deseos,
aunque ser embustero es mi oficio,
ya no tengo el hábito del sacertode que engaña a golpes de rezos.

Más, basta ya de tanta encriptación dedicada a crear confusión,
tan insensible al corazón,
más basta que una guerra sin concílio ni perdon.

martes, 21 de febrero de 2012

Vino Añejo



Contigo llené la última botella.

Soy tu naufrago. Deposito mis recuerdos para tí. 

Puedes pasar, si quieres. Huele el fermento en tus ojos, saborea la violeta humedad.

Te doy las gracias. En un cuarto de siglo he llegado a llenar tu bodega.

Síentete cómoda, al fin y al cabo, estás en otra habitación más de tu mansión.

En el cajón que hay en ese rincón encontrarás una medalla forjada especialmente para ti.

Póntela, y desvanéceme la túnica que oculta los puñales que me has clavado. Estoy tan harto de ellos.

Apresúrate a beber de los llantos color carmesí que emanan mis brechas.

No derrames una gota, porque me estoy bebiendo la pócima que me hiciste cocinar para ti.

domingo, 19 de febrero de 2012

La entonació del miol


Jo estava assentat,
en aquell teulat,
fent tot el que fa...
un gat.

T'has aproximat,
ràpid t'has parat, 
i amb gràcia tu m'has...
mirat.

Jo bocabadat,
allà pal plantat,
m'he sentit molt per...
torbat.

T'has agenollat,
m'has acariciat,
i amb amor jo t'he...
miolat.

I així comença la nostra història d'amor,
l'amor impossible entre un gat abandonat,
i una noia que... han maltractat.

Qui ho diria que en la vida ens trobariem.
Qui ho diria que tu i jo ens enamorariem.

Estic encisat,
em sento inflat,
reclamo inti...
mitat.

Pels ulls m'has parlat,
jo no t'he trobat
ha estat quan m'he es...
pantat.

Quasi he plorat,
quasi m'he enfonsat,
però estic ben en...
trenat.

Tu t'has aixecat,
jo m'he incorporat,
i somrient t''has...
marxat.

I així s'acaba la nostra història d'amor,
l'amor impossible entre un gat que han maltractat
i una noia que... m'ha abandonat.

Qui ho diria que tant ràpid ens perdríem.
Qui ho diria que una vida ens mataríem.

sábado, 18 de febrero de 2012

El bosque helado


Culpa a las hojas por caer cuando llega invierno.
Solloza cristales desde las tinieblas.
Usa tu hechizo para frenar el tiempo.

No se trata de congelar el movimiento, simplemente de realentizarlo un  poco, solo un poco más, antes de que llegue el hachazo.

Miéntete un poco más,
miénteme a mi también,
todavía estamos vivos,
y poco nos queda.

No deberías seguir andando por ese sendero, extrañas figuras se insinúan en las sombras de los árboles, pobres de tus ojos que, cegados, no las pueden ver.

Cállate,
siéntate,
respira,
y llora.

Ahora te debes sentir estúpida, ¿no has conseguido frenar la caída verdad?  Tranquila, que nadie puede, por muy increíble que sea.

Reposa tus esferas en mi rostro otra vez.
Acaricia mis tímpanos con tu suave melodía.
Recíbeme esta noche como lo hiciste otro día.

sábado, 11 de febrero de 2012

Sucedáneo de chocolate


Ayer, después de tantas lunas, te tuve.

Debes sentirte abatida, destrozada, hundida, y con tal cantidad de lágrimas en los ojos que dentro de poco se abrirán a causa de tanta lubricación. (Todavía no logro distinguirte bien, y tu perfume hoy me parece extraño, como más abatido.)

Yo simbolizo la destrucción de aquello que tú anhelas, ese otro espécimen que te tiene abrazada con las mantas de su cama para que no puedas ni siquiera respirar. (Déjame que me desperece, esta mañana el sol está radiante.) Ahora puedes ser libre, puedes extender esas estropeadas alas blancas que se han atrofiado después haber sobrevivido tanto tiempo en una jaula.

Sal, sé libre; azúcar, y vive.  Puedes escapar por los barrotes que he doblado para ti, dulce pajarito, que te espero al otro lado con mis fauces bien abiertas. (Tranquila, que solo fue un bostezo, esta noche me ha agotado, ahora me despierto.) Yo tengo una cueva donde nada deberás temer, porque para llegar a ti, antes tendrán que abrirme en canal.

¿Por qué te quedas en ese rincón todavía? Ven, salta, déjate hipnotizar por mi peluda patita, no te va a arañar, esas zarpas son para protegerte. (¡Ah! mis parpados se levantan, ya empiezo a distinguirte.) Aproxímate, vuela, entrégate al mundo de nuevo, que podrás ver desde detrás de mis ojos todas las sorpresas que aguardan para ti.

Espera… algo está mal. No, no soy yo, eres tú. Mejor dicho, no eres tú, eres otra. Detente. ¿Quién eres? ¿Dónde está el objeto de mis deseos? Oh no, creo que empiezo a entenderlo…

Esta noche he salido a tu acecho, y con la misma prisa que tiene una gota de agua en querer morir contra el suelo, creí encontrarte en un callejón muy turbio. Pero qué desesperado me tienes, que nublada consigues que parezca mi razón, que por lo visto, mi mente me juega estas malas pasadas. Tanto me duele el deseo de tenerte que, sin ningún tipo de aviso, quise confundir tu cara con la de otra.

Oh, qué desperdicio de esfuerzo, que salivación más inútil, atrapado por una vulgar rata anoche creí más fina que la plata.

Mejor dejo este sitio inmundo antes que se despierte.

jueves, 9 de febrero de 2012

A quien pretendo engañar...

¿Lo ves? ¡Ya está! ¡Ya lo he conseguido! ¡Ya no pienso en ti!

¡Y yo pensando que me costaría las vidas! Pero no, después de mucho esforzarme, después de tanto y tanto divagar en una nube eterna que me llevaba al más lejano y olvidado islote te he hecho desaparecer.

Por fin se van a terminar esas largas cartas que te escribo y nunca lees, porque ni siquiera sabes que existen, porque ni siquiera puedo mostrártelas, aunque lo quiera, pero tú mereces más respeto. 

Irónicamente, yo te respeto, te respeto tanto supongo por compensar tus faltas.

Déjame rectificar: Yo te respetaba. Ahora se va a tener que terminar eso. ¿Lo comprendes, verdad? ¿Cómo voy a seguir respetándote si tu ya ni siquiera eres una idea dentro de mi atolondrada cabecita? Pues justamente por eso he rectificado

Seguramente ahora deberías estar dándote cuenta de lo que se te ha escapado de las zarpas. Pero no debes estar triste, es más, no tienes ningún motivo para estar triste, así que estate tranquila y respira profundamente. Al fin y al cabo, tú te lo has perdido, y no será porque no te haya insistido. Siempre haciendo monerías para ti, para, ya sabes, lograr que esa mirada vacía perdida en lo profundo del horizonte se enfocara en mi, pero nada, sigue manteniéndola ahí, que a mi ya no me importa demasiado.

¿Lo ves? Si lo estás haciendo genial, así, sin inmutarte, justo tal y como te estoy viendo ahora, como te he visto siempre. También estás actuando muy bien fingiendo que no me oyes, eres capaz de ni tan siquiera ladear un poco la cabeza hacia atrás tuyo, justo donde estoy, justo desde donde te grito.

¡Oh venga ya, perra egoísta, fulana de los tejados, deja de fingir! Sé que mi ausencia te mata, te desborda, de arrasa los nervios como una cuchilla bien afilada y te destripa las entrañas cual guadaña si es mal empuñada. Déjame ver un ápice de amor, de calor, de vida, de lo que sea que haya dentro de ti, pero después de todo lo que te digo, déjame ser la ilusión de haber sido algo para ti.

¿Nada, eh? Pues bien… no me importa. Es más, me da igual, me es tan absolutamente indiferente que puedo sobrellevarlo. Incluso, si me pongo a pensar, no tengo que sobrellevar nada, porque como te estaba diciendo, tu ya no existes para mi, eres como la misma figura fantasmal que yo he protagonizado en todo este teatro.

No lo vas a poder ver, ya sabes, por tu falta de sentimien… digo, de sentidos… pero ahora que eres humo, mi vida, mi día a día, estará lleno de historias y aventuras.

¿Notas como desapareces? ¿Notas como simplemente dejas otro mundo más? No te preocupes, solo se trata de mi propia realidad interior, la que tú nunca has sabido que existía, poco te importará, poca diferencia marcará.

¿Qué pena, verdad? Te hubiera correspondido tanto.

En fin, mejor termino todo este sinsentido de una vez, ahora que todas las fantasías que interpretabas en mis pensamientos se han disipado en una basta y oscura extensión de vacío infinito, tengo mucho tiempo libre.

Si… finalmente voy a poder dedicar todo esa ingente cantidad tiempo en esforzarme para no volver a pensar en ti.

miércoles, 8 de febrero de 2012

¿Ciega, sorda, o simplemente estúpida?

A veces Miau se lo pregunta, Miau busca desesperadamente alguna revelación en los astros y las estrellas, pero Miau teme responderse porque, si Miau conoce la solución a este problema, Miau sabe tú que la habrás elegido a voluntad.

Puedes llegar a matar todavía más el entusiasmo de Miau, puedes mermar hasta límites insospechados su inquebrantable fe, puedes incluso destruir toda Miau ilusión y sus Miau ganas de seguir queriendo gastar dos de sus siete vidas contigo, pero nunca, y Miau dice, nunca (y Miau puede repetirlo si quieres, para que te quede claro), nunca lograrás reducir el deseo que Miau siente hacia ti.

Si te dignaras más de dos segundos en abrir a Miau las puertas de la oscura cajita donde te escondes, quizás entonces podrías llegar a preguntarte cómo lo consigues. Miau, que vive consigo mismo desde hace mucho tiempo, y se ve todos los días, todavía no consigue darse a Miau ninguna respuesta.

Miau se siente cada vez más roto, más desdichado, más desamparado del cobijo de tu afilada mirada, y Miau solo consigue arañar unas pocas paredes del grueso cartón que te resguarda.

Tu…t – tu…t – tu…t - …

A los pocos segundos le salta el contestador a Miau y, estúpido e incorregible como es Miau, espera hasta el último instante antes de que salte el “clic” para poder escuchar una nota más de la música de tu voz. Miau solo quiere hablar contigo sobre nada, pasar unos minutos que lo transporten a su octavo cielo, el último de todos, pero cada vez Miau tiene menos esperanzas.

**************

¡Al fin, al fin Miau siente bullir de nuevo su espíritu! ¡Miau ha recibido un correo electrónico tuyo! A Miau le parece breve, todo a Miau le parece breve cuando se trata de ti, pero Miau está radiante de felicidad, desborda una energía naranja que Miau no poseía desde hace tiempo. Cuan astuto parece Miau, saboreando lentamente cada palabra, recorriendo dedicada y delicadamente cada letra escrita, para que
Miau pueda notarse junto a ti otra vez. Cientos de imágenes contigo, sin “donde” ni “cuando”, se proyectan en el pensamiento de Miau, y tu fragancia, que yacía bien almacenada en un enorme frasco de cristal, destapa el corcho que lo protege del viento y se atrapa en el olfato de Miau. Como en otras muchas veces contigo, Miau vuelve a ser acechado por un descontrolado ronroneo que emerge de las profundidades de su interior.

Miau no quiere apresurarse en responder,  Miau sabe perfectamente que no debe cometer más errores, Miau no quiere dejarse llevar por la pasión otra vez y conseguir justo lo contrario de lo que Miau más desea. Miau se apresura, y estúpido, Miau se arrepiente de haberse dejado llevar por la euforia que tú despiertas.

Miau recibe otro correo. Miau se arrepiente de su existencia, de su imbecilidad, de cómo se ha dejado atrapar otra vez por su desafortunada excitabilidad. Las imágenes se desvanecen de la mente de Miau y el perfume se escapa de sus sentidos, dejando a Miau ahí tirado, estupefacto, casi inconsciente ante la brevedad de su éxito. El murmullo de Miau se atenúa como una temprana puesta de sol.

Miau se aleja del ordenador.

¿Quizás, por fin, habrás matado de una vez el deseo de Miau? ¿Tal vez hayas logrado apagar la sed que Miau tiene de ti? ¿Podrá al fin Miau cicatrizar esa herida constante, que le hiere y le sangra, y le hace padecer?

Miau, desconsolado ante la oscuridad de la noche, otra vez busca una respuesta en las estrellas, pero se encuentra con la mirada de la luna y todavía le susurra a las orejas de Miau tu, cada vez más, insoportable nombre.

…a Miau se le van agotando las vidas.

sábado, 4 de febrero de 2012

Ayer fue un día largo, y tanto, que duró 26 horas.

Quizás debiera disculparme por ello, pero no lo hago, porque no es mi error, ni tuyo tampoco que consigas ponerme tan nervioso, tanto, tanto como para quitarme el sueño. Eres como mi examen, mi prueba, mi muestra de valor hacia mí. Yo me lo exijo, y tu eres la más válida siendo la más inteligente, la más exótica, la más endiablada felina que haya conocido.

Mi… a…  u…

Disfruto contigo todo lo que me dejas, pero de ti, más bien poco. Te busco en nuestros cruces de miradas y en ellas, a veces me siento tan solo. Sigo intentándolo, ¿Por qué parar? Cuando me acompañas, me siento mejor incluso que con un gorro de lana. ¿Qué tendré con la maldita lana? Jugar con ella es jugar con una esponja marina, siempre húmeda, siempre cálida, que alberga todos los recuerdos de sus memorias pasadas y, de vez en cuando, suelta la pista de algún pececito que pudiera quedar atrapado.

Mi… ia… au…

Quizás no lo aprecies, pero me encanta el modo en que tintinean silenciosamente tus orejas al pensar. Me acaricias con suaves nombres de palabros que no conozco, me inundas de runruneos que me cantan diez canciones, y esperan acunarme como diez chimeneas de diez tejados que todavía siguen humeando.  Mi respuesta es inflexible, siempre inexorable, por condición innata. No puedo hacer menos, ni tampoco más, solo tengo el privilegio de actuar según actúo. El motivo es muy simple, contigo enmascaro mi desnaturalidad, haces que vista otra vez mi piel.

¿Mi… iu…?

Por todo ello, te odio, te odio, te odio y te deseo. Te quiero mía, te quiero dentro, puta perra malnacida. Eres incluso peor, peor que todos ellos, inmundos sabuesos. Como mínimo, ellos me miran, me observan, me contemplan, y me dan su rechazo en una respuesta. Tu no lo vas a hacer, ¿no, verdad? Y seguro que ni tan siquiera sabes porqué. Pues yo si lo sé, claro que lo sé: mi único mal, mi único defecto es poder no ser como esperas.

¡BFFF…!

Basta ya de cuentos. Te odio porque cuanto más te muestro más cierras los ojos, cuanto más me acerco, más fuerte aprietas. ¡Mírame!
¡Levanta esos párpados!
¡Estoy delante de ti!
¡Estoy hablándote a ti!
Ah, por supuesto, hoy tampoco vas a hacerlo. En tu mente hay otro modelo de gato en el que yo no encajo. Yo no soy lo que tú quieres y, por desgracia para ambos, pareces saberlo tan bien que has decidido antes incluso de atreverte a conocerme.

… Brrr…

Quizás lo mejor será escuchar a mi razón: debo alejarme. Parece ser la única opción, porque no conseguirás que me despedace para ti. No hay suficiente espacio en ese agujero donde quieres meterme para que cumpla tu idea de perfección perenne. Pero quien sabe, quizás encuentres otros seres sin voluntad que quieran amoldarse, puedo aconsejarte un par de amigas mías, son ratas muy majas. O mejor todavía, sal a buscar en este carnaval, hay depredadores que visten buenas máscaras, quizás alguna logre, de nuevo, engañarte.

¡MIAU!

Ah, si te das prisa, si te atreves a salir de tu preciosa cabecita, quizás todavía encuentres mis ojos bien cerca de ti, delante de ti. El gato de la fortuna sigue de tu lado, como ya te he dicho antes, te veo. Te veo y te deseo.

jueves, 2 de febrero de 2012

Los gatos no siempre caen de pié

Maldita seas. ¡Maldita, maldita, maldita! Tu que de un sueño naciste y en otro mio te metiste. Sal de ahí joven gata maula, tan demoledora por fuera, tan demoledora por dentro.

Yo que me ofrezco a ti, que me doy, que me olvido, que desisto a tus enredos. Puerca, cerda inmunda, que me rechazas, me das tu mejor resoplido y no te atreves a entregarme tu espalda cuando sabes que también lo deseas. ¿para qué la tienes, eh? ¿para qué está ahí? ¿porque la luces con tanto encanto y me haces creer que puedo llegar a merecerla? eres odiosa, eres ruin, eres salvaje.

Empiezo a caer, otra vez. Tu, maldita, eres capaz de absorver mi sol y dejarme en la penumbra de la luna, olvidado como un perro feo enmedio del frio viento polar. Ahorrate tus patéticas muestras de clemencia, no me hagas pasar más vergüenza, se andar por mi solo. No pretendas que puedes ofrecerme cobijo, este es ajeno, prefiero que la glacial verdad me corte los bigotes, me deje hecho una ameba.

Mira atrás, pérfida gatita de corazón curtido, solo vas a ver a otro trepador de tejados que te espía al alejarte, esperando que tu movimiento sinuante se le quede grabado en la memoria lo suficiente para cerrar los ojos en la próxima muerte y ser la última imagen, la pequeña gota de belleza eterna.

¿Sientes lástima por mi? déjate imbuir por ella, deja que te hiera, que te inunde, que haga florecer un campo de margaritas en tu interior que suavicen la dureza de tu espiritu. Cuando estés suficientemente accesible, volveré a azechar sin perdón ni compasión, cuando menos lo esperes.

Caerás, como un insecto atrapado por una araña. He visto esas pequeñas arañas atrapar grandes monstruos en sus redes. Mi único defecto ha sido sobreestimar mi capacidad creativa, mi inventiva depredadora, mis ars tecnica. Ahora veo cual es tu inmensidad, tu  fuerza, tu poderío, solo debo tejer más y más fuerte.

No dudes que va a suceder, que vas a caer, y aunque me lleves una vez más sobre las aguas de Caronte, todavía me quedaran cinco vidas.

domingo, 22 de enero de 2012

El filósofo de hoy en día es un vago que navega sobre una @...


El filósofo no existe, todos somos filósofos en la medida que podemos y nos dejamos llevar por la vaguedad y la no acción. Yo, ahora, lo soy.

Porque es más fácil ser un pensador. Es un oficio poco cansado y siempre triunfador, en tanto que sus pensamientos no son aplicados a la realidad y no pueden ser partícipes de una derrota. Pero yo no quiero ser un filósofo ni un pensador, sino un hombre de acción. Y pienso:
¡Ah, cuán virtuoso puede llegar a resultar el fracaso en la verdad de una idea que alguien ha tenido la voluntad de emprender!

Escucho, tumbado sobre mi cama, los murmullos de una multitud de gente que, dentro de poco, siguiendo su automática rutina, favorecerán un sistema que tiene como último objetivo su degradación. No quiero colaborar. No quiero ser un pobre desgraciado más a quien extorsionar mediante diversos sistemas políticamente aceptados, pero de dudosa, de incierta moralidad. Qué asco me produce ver la ética oficial siendo prostituida abiertamente en la plaza de la ciudad. ¿Y qué puedo hacer? ¿indignar-me? ¿ser una hormiga más? ¿un cuadrado blanco o negro en un tablero de ajedrez que, sin tener voz ni voto, sin ser nisiquiera una pieza del juego, será pisoteado por todas las demás?

No, ni tan siquiera me fijo en el día de mis entradas. No tiene sentido que, al no participar en este mundo, quiera todavía creer que formo parte de él. Aunque, bajo esta coraza de temores y traumas, hay indícios de un héroe quiere tomar acción y salvar su universo interior de los malechores que el mismo ha creado. Inconsciente de su fuerza, lucha contra si mismo, pero sin encontrar el modo de reconciliarse. En mí, todavía hay demasiado miedo a abrir la puerta que esconde los monstruos que yo mismo inventé, y busco hambriento en libros, notícias, películas y otros externos, la solución final y definitiva al problema que no me atrevo a encarar.

Al final, detrás de ellos, de todos los temores y monstruos y dudas y trampas, hay la luz que llevo buscando desde... pero miedoso, primero quiero saber si esa luz es tan buena como imagino, si cumple mis expectativas, porque de lo contrario habré realizado un esfuerzo inutil contra aquello que temo.

Y así maullo, y digo "miaou".